Relatos mansitos (Ex salvajes)
Expedientes XY
La
invasión era inminente. Las cápsulas atraviesan la galaxia por un atajo cósmico
que los dejaría, en un chasquido de tentáculos, a las puertas del planeta azul.
Fue cuando interceptaron esa comunicación que alteraría sus macabras
intensiones. Esta decía escueta:
—No vengas, mi marido está en casa.
Detuvieron
la invasión, desactivaron los planes y optaron por otra constelación.
El
amor perfecto solo existe en los poemas de dos líneas.
Escalera
mecánica
Al morir, las almas de los bomberos van al cielo. No pueden ir
al infierno por razones obvias.
Cita en redes
La
note tan pálida tan diferente a sus rozagantes fotografías de Instagram, que
por ser discreto, no le pregunté si estaba viva o muerta.
El Belgranito Hotel
Nos
desnudamos el uno al otro. Con tanta calma, que la pasión demoró una hora en
destejerse, y sonó el teléfono a carcajadas.
Como siempre, magistral... y muy cierto, el amor solo existe en los poemas de dos líneas.
ResponderEliminarGracias!
Infinitas gracias por pasar y dejar tu amable comentario. Saludos.
EliminarQué delicia todos los microrrelatos!!
ResponderEliminarMi marido está en casa es casi tan terrorífico como el tenemos que hablar. Aunque es peor el "oh, mi marido" sorpresivo.
Las pasiones requieren de su tiempo, o al menos de cierta programación. Mal sin preámbulos, pero también mal cuando no hay nada más.
Un placer leerte, Eduardo. Como siempre
Besos
PD. He estado unos días por tu país y me ha encantado