martes, 19 de julio de 2016


Todos tus textos


Guarde cada una de tus cartas (que no fueron demasiadas ni edificantes) en el último cajón de la cómoda, rozando el suelo. Las envolví con ropa que me aprieta, para que no escapen, para que cada palabra se consuma y, en lo posible, expire. Para que la humedad haga su trabajo y los bichos que comen papel ayuden y engorden. Fue a modo de conjuro. Figuré una cárcel para ellas, porque son culpables de amarte y no ser amado y eso, merece la pena capital del olvido.


Momento severo
Cuando entra, él está sentado en el único sofá. Fuma. No se saludan. Da una pitada profunda y destructiva. Hebras de humo se trenzan en el aire mientras se elevan, quieren bailar, hacen arte irrespirable. La ceniza crece en un equilibrio precario entre los dedos temblorosos y amarillos de nicotina percudida. Desafía la física hasta que cae en el pantalón, azul, brilloso de mugre, a la altura de la rodilla. Tose. El silbido de los fuelles denota abuso y límite, capacidad agotada. Él, la mira por un segundo. Ella, lo observa por dos segundos. Las miradas no coinciden. Ella no soporta más y se retira del recinto con la ropa, el cabello y su vida contaminada. Él no emitió palabra y ella tampoco lo hizo mientras estuvo. Solo, fuma. El faso no se queja, no opina, acompaña y muere al quinto o sexto beso. Tres dedos lo arrugan contra el cementerio de puchos de hoy y de ayer. El cigarrillo amigo, fiel compañero de soledades, el único fiel de los presentes y ausentes.


Cosmogonía
Un cometa es una estrella fugaz embarazada de mil años luz.


Lapsus

En el libro de supersticiones hay un salto desde la página doce a la catorce.


Meta-Saurios

Es dable suponer que, estando la tierra aún caliente, los primeros seres vivos en habitarla hayan sido los canguros.