Polución nocturna
Estrategia
de mercado
A mediados de los convulsionados años ´70, mi
padre y un inversionista sellaron una sociedad y ampliaron la quebrada
carpintería del abuelo. El tipo no me caía bien, era raro y se jactaba de tener
“contactos arriba”. Comenzaron a fabricar ataúdes. Acordaron un compromiso
comercial con una mutual y una casa de servicio de velatorios y sepelios. Al
poco tiempo y gracias al visionario socio, tuvieron como aliado “involuntario” al
gobierno que
participaba en llenar los cajones y cerraba el círculo del prospero negocio.
Declaración
jurada
-¡Te amo…lo juro!
Síndrome
del dinosaurio resucitado
…y cuando despertaron, dos mil años después, el
crucificado todavía estaba ahí.
Descuido
Todavía no entiendo por
qué la inquisición dejó libre a mi suegra.
S.O.S.
Destapé una Coca Cola para mi sobrino y leí
en el interior de la tapita que decía: “Déjennos participar…” Debió ser uno de
esos duendes proletarios, prisioneros en las botellas no retornables.