sábado, 30 de agosto de 2014

Error humano


Hospital escuela.

-Lo asesiné... Balbuceo acongojado el estudiante de medicina, bisturí en mano, sin razonar que el cadáver ya estaba ejerciendo.



Golpean la puerta
Pregunto quién es. Del otro lado me respondo yo mismo que soy yo mismo. Desde adentro pregunto cómo se si es verdad aunque por la mirilla veo que soy yo. De afuera digo que salí sin que yo mismo me diera cuenta. Desde éste lado respondo que no puede ser, que no me moví de acá, además, de ser yo mismo hubiera salido abrigado. Mi voz me contesta que salí de urgencia por la puerta de atrás para comprar cigarrillos, a lo cual respondo que es una buena excusa y así siguió la conversación sobre cuestiones domésticas, hasta que decidí dejarme hablando solo y seguí hablando solo pero desde adentro para ignorar mi propia insistencia. A veces me pongo pesado y prefiero dejarme afuera aunque haga frío o llueva. La próxima vez que salga sin avisarme voy a tener que llevar un abrigo porque un día de estos voy a pescar un resfrío.


Creíble pero irreal (O viceversa)

 

El aparato de radio es antiguo, por no decir viejo o las dos cosas. Un armatoste a válvulas de madera tallada, con una tela desteñida que tapa los parlantes. Consume tanta electricidad como la tostadora y la plancha juntas. Tal vez más. En invierno, mamá tiene la costumbre de dejarla sobre la mesada, próxima a la hornalla encendida para mantener la pava calentita con la que ceba mates amargos sentada al lado de la cocina mientras escucha las noticias. La voz del informativo, con un balbuceo agobiado, anunciaba que la temperatura era de treinta y cinco grados centígrados cuando a través del ventanal, pese a los vidrios sudados, podíamos ver la escarcha sobre el sembradío del campo y reíamos por sus desaciertos. Hasta que en un momento ocurrió algo impensado, salió detrás del aparato un hombrecito a pura queja:

-Apagan la hornalla o corren la radio de lugar… y regresó por donde vino. Mamá, atónita y temblorosa, la levantó y la dejó al lado de la ventana. Al ratito nomás, una voz cristalina anunciaba que la temperatura había descendido treinta y cinco grados… Pero ya no había risas.





domingo, 17 de agosto de 2014

Viene a cuento…

 

 

Odisea

Antes que el amanecer purificara el día, los galeones habían zarpado a toda vela hacia la tierra de los milagros. Sus tripulantes, pletóricos de ilusión, los observaban desde el puerto.




Siliconas   

 

-Mire, entiendo que usted haya alcanzado la fama en todo el mundo y que esté disponible en la lista de médicos de la obra social pero para el implante mamario he decidido recurrir a otro profesional, lo siento. De todas maneras, gracias por su ofrecimiento, doctor Frankenstein.

-Por nada y la mejor suerte para ti, Igor.

  

Reyes magos

Me dicen que el seis de Enero es el fin del mundo. Macanas, el fin del mundo no existe, son los padres.


La depre

Salgo a la calle con el semblante tan malo que el otro día me cago un pájaro en la cabeza y me quedaba bien.

 

  
Síntomas


-Doctor, cuando la veo, siento que mi corazón va a estallar en ese mismo  instante. La presión sanguínea me acelera el pulso, las piernas no me responden y la vista se me nubla por completo. Eso sin decirle que ayer estuve al borde de un ACV cuando me saludó.
- Por favor doctor, dígame ¿Cuál es su diagnóstico?
-Amigo, usted está clínicamente enamorado.

 

 

 


Televisión interactiva.

Mientras cocinaba, doña Virginia iba y venía mirando de reojo Crónica Tv. Fue cuando lo vio parado en la cornisa, apenas sostenido con sus dedos de un frágil saliente de mampostería. En el momento en que las cámaras  mostraron su cara, lo supo perturbado, convencida que haría lo inevitable. Entonces pensó en un acto heroico, corrió hasta el control remoto y apago el televisor.

 



(Los galeones del dibujo son hijos de la pluma del gran Tomy Müller)

miércoles, 6 de agosto de 2014

Éste modesto blog, donde vuelco mas sensaciones y emociones que literatura, también me sirve para expresar el sentimiento de felicidad que inunda mi espíritu con la aparición de otro nieto, con su recuperación de las garras de la infamia. Ya son ciento catorce (114) de los quinientos (500) que calculan pueden todavía estar en manos de sus apropiadores, negándoles su verdadera identidad. La dictadura cívico militar que ensombreció mi país entre los años 76 y 83 pasó con su ráfaga de violencia y nos dejó una ruina que hasta hoy nos conmueve. Pero acá se hizo y seguirá haciendo justicia y miles de los represores, torturadores y cómplices están presos. Éste hecho toma notoriedad porque se trata del nieto de Estela de Carlotto, que es la presidenta de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, (junto a las Madres de Plaza de Mayo y demás organizaciones de derechos humanos) cuya lucha inclaudicable y pacífica hoy tiene su premio. Estoy verdaderamente conmovido por eso quería compartir con uds. ésta satisfacción.

30.000 compañeros detenidos desaparecidos, presente, ahora y siempre.

Eduardo Mancilla.

ESTELA DE CARLOTTO RECUPERA A SU NIETO GUIDO - NIETO 114 - 05-08-14