viernes, 18 de julio de 2014
Opio del pueblo.
No estaba dispuesto a arriar las rojas banderas del pasado pero por ella, soy capaz de todo. Me tomó de la mano y levantó su dedo índice cual estatua venerada de Lenín, señalando el oprobio, la claudicación, la entrega. Afloje mis pasos, arrastré mis pies, resistí. “No pasarán…” quise gritar a los cuatro vientos pero su capricho fue poderoso. Mire para todos lados, rogando que ningún camarada me estuviera observando y ella, con sus cinco años de nieta bien puestos, me arrastró hacia la puerta del Mc Donald.
Como está próximo nuestro
aniversario, la tome por sorpresa y le regalé un viaje al Caribe. ¡Van a ser
quince días inolvidables…! Le dije que me avise ni bien regrese.
Un
genio
Vivo en una botella de vidrio, adentro y
afuera. Alrededor. Hace crash cuando cae y se destruye en mil pedazos, pero al
rato se restituye en otra con idéntico sabor y volumen, también el mismo color
y el mismo aroma y contenido y el que estaba adentro, afuera y alrededor, o sea,
queda como antes, como una imagen de película en reversa o un video clip de
secuencias subliminales.
Sucesos cotidianos que, por respirar, en
determinado momento etílico cae de mis manos y es cuando no sé si estoy adentro
o afuera de ella o su contenido está dentro mío o todo a la vez y el estallido
me embriaga de pena y de gotas de sangre en mis manos. Y es así todo el tiempo,
un espiral de borbotones fuera de control, de mí control. El espejo no miente,
no late, no vibra, no sube ni babea, ni hace fantasma cuando rodea mi penuria.
El baño es blanco, el piso es frío en mi espalda y el techo también es blanco y
la luz, y mis ojos se cierran y a pesar de todo, sigue ahí, girando rápido como
una galaxia acelerada pero ya no me importa porque del suelo no me voy a caer y
mañana alguien va a levantar la basura.
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Me encanta como escribes y lo que dices
ResponderEliminarNo estoy en google
no me interesa
pero aun puedo y disfruto leerte
Y yo disfruto de tus visitas, gracias por tus palabras. Abrazo.
EliminarMe has hecho sonreír :)
ResponderEliminarTe envío un beso, te cuidas.
Me tengo que cuidar de tus relatos tremendos... Gracias por pasar Ame.
Eliminar!Hola,Edu!
ResponderEliminarMe han fascinado tus relatos.El ultimo me ha inspirado muchísimo,tanto que te dejo esto:
En una cárcel de cristal está el hombre entregado a sus demonios.Pero una cosa es segura, que el aceite de la vida prende la cálida llama que grita victoria,inundando su cuerpo de serenidad y paz, encadenando las penurias a los anclajes del olvido.
Muchos besitos,edu.
Gracias por pasar y por tu texto, como los demás, siempre llenos de vida. Abrazo enorme.
EliminarExcelente calidad Eduardo.
ResponderEliminarTienes garantía de lograr una obra importante,si es que no lo has hecho ya.
Un placer leerte.
Huy...! Maestro, viniendo de ud. lo tomo como un elogio supremo. Gracias por pasar, un honor. Abrazo.
ResponderEliminarMagníficos relatos. Gracias por unirte a mi blog. Yo me quedo ahora en el tuyo.
ResponderEliminarRosg, el agradecido soy yo. Tu blog es hermoso. Saludos y gracias otra vez.
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