domingo, 20 de abril de 2014
Instinto de supervivencia.
¡Cuánto amé a esa mujer…! Con qué
pasión. Ciertas veces, con raptos de locura y desquicio. Una tarde, casi la
arrastré hasta la plaza y al pié de aquel abedul, la abracé, la estrujé, la
besé hasta paspar sus labios. Saqué un puñal de mi mochila cuya hoja había
afilado con premeditación y alevosía. Lo blandí, lo clave en la corteza y
comencé a tallar: “Ella y yo, amor eterno”. Nunca más la volví a ver, ni bien
saqué el cuchillo, corrió veloz como el viento de un tornado.
Milagros
Murió de amor tres veces, claro,
por hombres distintos. Resucitó indemne de cada uno de ellos.
Noticias (agoreras) de mañana
En el año 2022 se agotó la
energía. En el 2023, los alimentos, en el 2024, la paciencia y en el 2025, la
humanidad.
Ministro
Por secretas razones de estado
vio crecer y crecer su cuenta en el banco.
Balanza de farmacia.
El peso de mi existencia está perdiendo
peso por falta de existencia.
Sombras chinescas
Iba formando siluetas de animales;
alces, conejos, elefantes. Los guantes blancos iluminados se restregaban y
llegaba una nueva forma obscura a contraluz de la pantalla. El auditorio estaba
conformado por niños sentados en el suelo de la sala siguiendo la serie con
mudo asombro. Atrás y parados, los padres comentaban: -“son bobadas…”. Los
niños son más permeables que los adultos al aceptar el arte del hombre
invisible.
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Qué decir...
ResponderEliminarAme, gracias por pasar, abrazo.
ResponderEliminarSe nos fue el mago de las palabras, nos queda su obra inmortal.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, los maestros nos dejan su vida para las generaciones futuras. Gracias por pasar. Saludos.
Eliminar1 y 2. El amor a veces asusta, y con razón. Amar demasiado puede ser peligroso y perder el amor puede doler hasta matarnos en vida, pero siempre se sobrevive.
ResponderEliminar3. Somos nuestra mayor amenaza, sin lugar a dudas.
4. Secretas, sí, y eso que están muy generalizadas. Demasiado.
5. No sé cuánto pesan los recuerdos, pero pesan más que los sueños. Vivir experiencias siempre nos llenará más que imaginarlas. Qué lástima que no siempre lo tengamos presente.
6. Menospreciamos lo que no comprendemos, porque tememos a lo desconocido, a la duda, a la inseguridad. Pero seguro que si rebuscamos en nuestro interior podemos recuperar esa mirada de niño.
Como siempre, es un placer leerte.
Un abrazo
En el primero, hice el intento de revelar un pequeño aspecto de como se puede comenzar a ejercer la violencia de género desde la metáfora con la figura de un desquiciado que no siempre se puede reconocer temprano. El resto los detallas con toda astucia, abrazo grande.
ResponderEliminarMe sigues deleitando, pero como maestro me he de decantar por esas sombras chinescas que me traen retazos del aula. Muy logrado.
ResponderEliminarSaludos
Igualmente en duelo por la partida de éste ser tan pleno de grandeza y tragedia.
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