miércoles, 30 de enero de 2013


Sucesos argentinos:


Un boleto.

Prendió un cigarrillo y apoyo su largo cuerpo contra la pared.
Miraba el suelo, salvo cuando exhalaba el humo de sus pulmones.
Tosía, pitaba, luego miraba, buscaba, espiaba el reloj de la estación cada dos pitadas.
Comenzó a balancearse apoyando el taco en la pared.
En una de esas, tomó impulso, comenzó a caminar hacia el parque y se perdió de vista.
Ella llegó con paso ligero.
Prendió un cigarrillo y apoyo su obeso cuerpo contra la pared.
Miraba el suelo, salvo cuando exhalaba el humo de sus pulmones.
Tosía, pitaba, luego miraba, buscaba, espiaba el reloj de la estación cada dos pitadas.
Comenzó a balancearse apoyando el tacón en la pared.
En una de esas, tomó impulso y comenzó a caminar con rumbo a la estación.
El tren se estaba yendo, frenó sus pasos, dejó caer el bolso y prendió otro cigarrillo.


Pasatiempo.

Vuelan simulando una formación. Dibujan el ocho de Moebius casi perfecto, y regresan al único árbol de la pradera.
Se oye un estampido y su eco, vuelven a volar, dos caen desplumadas y sin vida.
El tipo vuelve a cargar la escopeta.
Las golondrinas resisten en éste verano sangriento.



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