Tara
mundial
Mi fanatismo por el fútbol me
hizo ver como un tonto, entonces luché contra mí mismo y el resultado fue
empate.
Tornado
Después del vendaval la abuela se apresuró a la
azotea, la ropa estaba seca.
Ladrones aritméticos.
Noticias de último momento: Irrumpen
en una casa a punta de pistola, reducen a la familia y se llevan objetos de
valor. También se llevan a la familia en una caja de fósforos.
Fábula sobre mimetizaciones
Mi abuela Genoveva tenía un cardenal enjaulado.
El bicho cantaba feliz en apariencia, nadie le iba a preguntar si lo era o no.
Un día la vieja dijo a viva voz que creía en la libertad del vuelo, pensamos
que abriría la jaula, pero no, carreteó por el patio de tierra hasta tomar
suficiente impulso y salió volando. Ni siquiera movió los brazos, solo los
abrió. Pasó por nuestras cabezas a escaza altura y su batón verde la hacía
parecerse a un Hércules. En segundos dejamos de verla y eso fue, luego, para
siempre. En cuanto al pájaro, dejó de trinar y dijo:
-Entonces ¿Quién queda a cargo del alpiste?