Asuntos domésticos.
Velatorio
Siete murmurando
Seis bebiendo
Cinco fingiendo
Cuatro sollozando
Tres injuriando
Dos durmiendo
Uno endureciendo
Propiedades curativas
Mi
árbol preferido es el álamo, porque según sople el viento, será la música de su
follaje y eso, en los cementerios, es algo digno de apreciar.
La cebra es un caballo con códigos.
El amanecer siempre es la muerte de
algo incurable.
Ella dejó de escribir porque se ligo
las palabras.
Corte
y confesión
Estaba pensando en vos, te imaginaba ¿viste? Sin
demasiado esfuerzo porque me ocurre a cada instante que no estamos juntos. De
repente, se me hizo una laguna en la mente, uno de esos vacíos embobados. Un
rayo de oscuridad en pleno día de sol. Al ratito regresó, como la luz eléctrica
y ahí estábamos los dos, jugando a nadar en tibias aguas genitales.
"El amanecer siempre es la muerte de algo incurable"
ResponderEliminarUn placer pasar por acá. (me acordé de "Conducta en los velorios", de Cortázar.
Eduardo, disfruto muchísimo cada vez que te leo. Me asombra tu ingenio.
ResponderEliminarQue vengan muchos cortes de esos que hablas, si el regresar de ellos es como cuentas.
Y al igual que Horacio, me quedo con ese "El amanecer siempre es la muerte de algo incurable". Me lo llevo para reflexionarlo, paladearlo y deleitarme en las múltiples lecturas que ofrece. Tanto en tan poco. Me encantas.
Un beso
Me encanta tu intensidad solitaria de maravillosas letras' beso
ResponderEliminarA los tres, gracias infinitas por pasar.
ResponderEliminarQuiero más!!
ResponderEliminar;-)