Vos
del aire
Debí
haber pasado página.
Debí dejar atrás el bardo de errores de la edad.
Debí
haber oído pronósticos expertos que sugerían hasta ahí nomás pibe.
Debí de
haber dejado quieto eso imposible que estalló un sábado, justo un sábado.
Debí haber
dejado escurriendo lágrimas que pesaban en los hombros, como yunque. No me
sentía bien. Vos y yo, jugando en frecuencias diferentes, en otros colores. Tal
vez, en otro momento del viaje podríamos llevarnos, pero hoy no, ni mañana será
tiempo para saberlo. Quedamos así. Cada noche, cada día. No, no debí haber
dejado que el tiempo hiciera lo suyo. ¿Qué sabe el tiempo? Qué va a saber, nada.
Versículo
apócrifo: Tardecita de verano en el Edén
Cuando
se desató la tormenta, el señor, estaba ensimismado en sus cosas. Ordenó a dos
arcángeles, también ocupados en sus cosas pero de inferior urgencia en la
escala celestial, que fueran de inmediato y la aten y eso hicieron. Entonces se
detuvo la tormenta, y allí no paso nada. Amén
Eduardo, no tardes tanto en publicar, por favor.
ResponderEliminarSupongo que la parte del primer texto que aparece unido al segundo es un error (?). Y sin embargo, le da otro sentido a la lectura después de la tormenta desatada y reatada...
Feliz 2019
Que este año podamos leerte más a menudo
Besos
Alis, mil gracias por estar siempre. Gracias a vos acabo de rastrear el error que de mi pantalla no podía notar. Gracias y vamos a ver de agregar textos más a menudo.
EliminarEduardo me gusta como escribres maravillosamnete masculino
ResponderEliminarTe agradezco con el corazón Recomenzar. Nos estamos leyendo.
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