Saltando
las normas
Solaz
Cuando el cielo está claro y el sol tibio casi horizontal, me da por mirar para arriba. Me tiro al pasto de espalda, con un yuyito de gramilla en la boca y respiro profundo el aire que puedo. Veo como las nubes dibujan surcos de algodón blanco. Me pregunto que estarán por sembrar.
Patrón.
Vamos a
defender la propiedad privada hasta la última gota de sangre de nuestros
mercenarios.
Mitológicidio griego
Después de años de infructuoso asedio a la ciudad amurallada,
los invasores, abandonaron en la playa un tramposo caballo de madera y
simularon retirase mar adentro con sus navíos. Los troyanos, que poco entendían
sobre equinos, no se interesaron por él ni siquiera estimulados por la
curiosidad. Días después, griegos ocultos y troyanos desde los muros,
observaron cabalgar por la playa un brioso gigante de madera con destino
incierto. Los escribas, desconcertados, fueron conminados al escarnio del
relato oficial.
Sin duda, las nubes sembraron inspiración. Qué envidia ese solaz.
ResponderEliminarIronía, contundencia y belleza. Gracias, Eduardo
Un abrazo
Hola Alis, tanto tiempo. Gracias por tus palabras y por pasar. Abrazo enorme.
ResponderEliminar