viernes, 16 de junio de 2023

Redada de palabras

Para redactar un policial negro es necesario combinar una serie de características del género a saber: Un crimen, en lo posible perfecto, aunque sabemos que no hay crímenes perfectos, solo son asesinatos resueltos al final del relato. Una escena del crimen, un criminal por develar, un cómplice, de ser necesario. Un detective de la sección homicidios, un policía incorruptible, un policía corrupto, uno o varios cadáveres, un abogado, un juez y un tribunal de justicia. Testigos falsos, huellas, pruebas, pruebas plantadas, evidencias, pistas falsas, algunos tipos con actitud y rostros sospechosos. Si el relato se remite a Europa, un mayordomo (intelectual, sensible, elegante). Si se ubica en USA, un negro (bestial, irracional) y si es en Argentina, un hombre pobre, y tanto mejor si el malhechor es inmigrante. Para unir el crimen con el asesino, un móvil. Un arma de fuego que haya sido debidamente disparada o un puñal que haya apuñalado y tenga la sangre impresa del occiso. Un forense, una morgue, una autopsia. Una mujer lagrimeando. Un coctel edulcorado de violencia, misterio, ambigüedad, prejuicio y un fino toque de brutalidad. Un escritor, un corrector, una editorial y fundamentalmente, un lector de policial negro que es, ni más ni menos, un homicida en potencia.

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