Tiempo
líquido
Oportunista
Un veterano marino, navegó en su velero para
conocer “El faro del fin del mundo”. A poco de llegar a destino, una tempestad
lo alejó a barlovento y debió capear incontables millas náuticas. Viró guiado
por el azar, porque los instrumentos bajaron a situarse en el museo del fondo del
mar del sur. De regreso, divisó en el horizonte del océano, el inconfundible haz
de luz de su baliza. Agradecido a la suerte, lo rebautizó “el faro del comienzo
del mundo”.
Presagio
A modo
de recuerdo por ese efímero amor de verano, guardo la rosa entre las hojas del
libro que los había unido por casualidad. Transcurrió un año, llegó el verano y
el libro se marchitó.
Datos
personales:
Mi vida ha transcurrido de fracaso en fracaso con
relativo éxito.
Apocalipsis
Nau
Cambio de paradigma. La séptima plaga es el
capitalismo.
Literatura
de mercado
La vuelta al mundo en ochenta cuotas.
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